Suena extraño para alguien que vive en el Mediterráneo, acostumbrados como estamos a esas casitas blancas que pueblan sus orillas. Pero un estudio de un grupo de investigadores del Lawrence Berkeley National Laboratory (Berkeley Lab) lo ha confirmado: pintar de blanco los techos de los edificios reduce las emisiones de dióxido de carbono y mitiga el calentamiento global. De hecho, lo que se consigue es disminuir la temperatura del edificio, lo que conlleva un considerable ahorro en el consumo de aire acondicionado.
Realmente, este estudio no desvela algo nuevo, pero sí es el más preciso de los realizados hasta ahora gracias a la utilización de los modelos detallados de la NASA, que contiene información detallada de todas las variables climáticas y geográficas. Tal es así que el actual Secretario de Energía de Estados Unidos ha anunciado una serie de iniciativas del Departamento de Energía para aplicar estas conclusiones a los edificios federales para lograr mayor eficiencia energética. Incluso se está estudiando su aplicación al transporte público, pintando de blanco los techos de autobuses y trenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario